¿Por qué nunca se debería recomendar el mismo consejo o tratamiento a otra persona?

Aunque dos personas tengan los mismos síntomas, las causas de la enfermedad pueden ser muy diferentes.

La respuesta a esto está en nuestros intestinos.

En las personas sanas, existe una amplia gama de organismos.

La mayoría de esos organismos son bacterias, pero también hay virus, hongos y otros microbios.

“En un individuo enfermo, hay mucha menos diversidad y parece haber un aumento de bacterias que se suele asociar a enfermedades”.

Aunque dos personas tengan casi los mismos síntomas, es muy probable que el origen de estos sea completamente diferente o, en otras palabras, que el desequilibrio de bacterias intestinales sea muy diferente.

Entonces, ¿son los microorganismos en nuestros intestinos los que causan los problemas de salud? Los científicos no saben con certeza qué ocurre primero: si las bacterias influyen en el riesgo de enfermedad o si una enfermedad existente influye en las bacterias intestinales.

Por ejemplo: Algunas bacterias combaten la inflamación, pero otras favorecen la inflamación.

Cuando su intestino funciona como debería, estos dos tipos se controlan mutuamente.

Pero cuando ese delicado equilibrio se desvía, las bacterias inflamatorias aumentan y producen metabolitos que atraviesan el torrente sanguíneo, propagando la inflamación a otras partes del cuerpo.

Hay tipos específicos de bacterias en el intestino que pueden conducir a otras condiciones también. Los estudios, tanto en animales como en humanos, han relacionado algunas bacterias con una función inmune más baja; otras, a mayor riesgo de asma y alergias; y otras más, a enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardíacas, esclerosis múltiple y algunos cánceres.

La salud intestinal incluso se ha relacionado con la ansiedad y la depresión, y con afecciones neurológicas como la esquizofrenia y la demencia.

La composición de las bacterias intestinales también varía entre personas delgadas y con sobrepeso, lo que sugiere que, en primer lugar, puede desempeñar un papel en la causa de la obesidad.

Por eso, si quieres hacer aunque sea solo una cosa para mejorar tu salud, deberías consumir alimentos fermentados ricos en bacterias, que siendo sincero, a veces funcionan mejor que los probióticos.

 

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